La talla brillante es un tipo especial de talla de diamante que confiere a la piedra su forma redonda. Sólo a través de la talla el diamante adquiere su brillo característico y su fuego inherente. En los diamantes, esto se entiende como la división de la luz blanca en los colores del arco iris, que luego se reflejan. La talla brillante es la forma más popular de dar forma a un diamante y, por tanto, la más utilizada. A la hora de tallar una piedra preciosa, existen dos posibilidades: la talla lisa y la talla facetada. La talla brillante pertenece a esta última, en la que pequeñas superficies pulidas suavemente proporcionan las refracciones especiales de la luz que luego son responsables del fuego dentro del diamante. La talla brillante se originó en 1910 y se desarrolló para crear las dimensiones ideales para un diamante con el fuego adecuado. Las facetas de la gema están dispuestas simétrica y uniformemente. Los diamantes de talla brillante se encuentran prácticamente en todas las joyas y suelen engastarse con cuatro o seis puntas en un anillo.
